El engaño de una mujer
Más de alguna vez he escuchado que un hombre puede engañar, pero seguramente tarde o temprano será descubierto. Por el contrario, la mujer, si lo desea, puede engañar y no ser descubierta jamás. No crean que lo que escribo tiene un carácter sexista. Está muy lejos de ser un ataque hacia ellas, quienes algo me conocen saben que aquello no va conmigo.
¿Por qué escribo hoy esto?, porque les confieso que sufrí el engaño de una mujer, de una que quería mucho, pero como se dice en buen chileno me metió el dedo en la boca….(y me tocó las amígdalas). Yo no sé si la mujer tiene una tremenda capacidad de mentir y hacer creer cosas inexistentes, o es que nosotros los hombres somos inmensamente inocentes. También cabe la posibilidad que no se trata de los hombres y mujeres en general, sino que me topé con una que es realmente hábil para engañar, o es que yo soy un verdadero pavo. Prefiero pensar en la habilidad de ella, jejeje.
Okay, si alguien ha llegado hasta aquí con cierto interés se estará preguntando ¿qué te hicieron?, ¿quién fue?, ¿cuánto te dolió?, etc, etc. Les adelanto que tiene que ver con fechas importantes, aniversarios, muestras de cariño y cosas por el estilo. Y que hoy con un poco de distancia he decidido dar a conocer.
Era un año más, y las cosas se desarrollaban como de costumbre. La gente te felicita, te muestra su cariño a través de saludos, etc. Para la noche tenía la invitación a comer de parte de ella. Iba a ser su regalo, el que en el momento de ser propuesto no me negué en lo absoluto, ya que siempre resulta agradable compartir momentos juntos, ya que tema no nos falta para conversar. La elección del restaurante corría por su cuenta, y era un secreto para mí.
Así llegó la hora acordada, con cierto retraso pasó por mi casa a recogerme, ya que la invitación era con transporte incluido. Ese día yo iba a ser el rey.
El camino pasó rápidamente, como de costumbre la conversación no paraba entre nosotros, y yo bastante motivado contando algunas cosas que me habían pasado durante el día. De tanto hablar no pude siquiera percatarme de que en ella algo pasaba. Seguramente algo de nerviosismo irradiaba, ese que te da cuando tienes que decir algo, pero aun no es el momento. Yo no cachaba nada. Será que comúnmente uno no nota cuando vienen las cosas, y simplemente te golpean en la cara.
El restaurante elegido era en Con Con, así que el camino costero era testigo de todo los hechos, seguramente se reía de mi inocencia. De repente una llamada un poco antes del Club de Yate, para arreglar cierto detalle en su casa referente al día siguiente. Uno metros más allá, y la situación para ella se volvió insostenible, no iba a esperar a que llegáramos a comer para confesar lo que pasaba a mis espaldas…..repentinamente diviso a lo lejos caras conocidas y un “Feliz Cumpleaños Diego” de parte de mi querida amiga me abrió los ojos… no había ninguna invitación a comer, sino que ahí en el camino me esperaban mis amigos, para darme una fiesta sorpresa.
Caiiiiiiiiii, redonditooooo!!!!, me bajé del auto emocionado y abracé a quienes me esperaban, para luego darle un gran abrazo a aquella hermosa persona que urdió todo tras mis espaldas. En ese momento, cuando te das cuenta del engaño en el cual caíste, al igual que puede pasar con un engaño de esos malignos, empiezas a relacionar todo, a entender llamados telefónicos que supuestamente eran con personas, pero que en realidad eran otras, mensajes de texto, preguntas que hacía mucho tiempo vaticinaban los hechos, te das cuenta que cuando te dijeron que estaban haciendo tal cosa en tal lugar, no era más que una mentira, porque lo que de verdad se hacía no se podía confesar aun.
Imagínense todo lo que pudo engañarme una mujer, pero a decir verdad, todo lo que pudieron engañarme ella y todos sus “secuaces”. Porque ahora entiendes preguntas, comentarios del resto de las personas durante el día, las cuales me esperaban para darme la sorpresa. Nada hubiese resultado sin el trabajo de todos en conjunto. Ahí te sientes como Truman en su Show. Tonto, inocente, cándido, pero con la diferencia que feliz. Muy feliz. Me comentaron que mi cara demostraba lo emocionado que estaba, pero como no iba estarlo, si era el mejor regalo que podía recibir. Y más aun, uno se alegra de las cosas que pueden llegar a hacer por ti tus amigos, y te alegras más cuando ves felicidad en ellos por verte feliz. Es algo que nos hace mucho más humanos, y que nos hace mucho más amigos.
Les cuento que siguieron llegando más amigos a saludarme y compartir conmigo, del colegio, la universidad, todos fueron contactados. Que disfrutamos de asado y copete como corresponde, y como si todo fuera poco, de una torta preparada por mi querida “engatusadora”, quien se preocupó hace tiempo atrás de averiguar como me gustaría una torta sólo para mi. La decoración final corrió por cuenta de mis amigos (cómo pusieron los cuchuflíes es problemas de ustedes con ella, jejejeje)
Una noche perfecta, una noche feliz que no se olvida.
Hace poquito escribí algo sobre las mentiras y los engaños. En ese momento planteaba que quizás lo que hace malo a una mentira es su intención. Hoy estoy seguro de aquello, es el para qué de la mentira lo que la hace mala. Pude comprobar que todas las mentiras en que me vi envuelto durante un tiempo, no hicieron otra cosa que hacerme disfrutar como “niño chico” el momento que se descubrió. Y quizás ahí está otro punto importante, la mentira quizás no sólo debe ser bien intencionada, sino que debe tener previsto su revelación.
A todos un abrazo por el hermoso regalo.
¿Por qué escribo hoy esto?, porque les confieso que sufrí el engaño de una mujer, de una que quería mucho, pero como se dice en buen chileno me metió el dedo en la boca….(y me tocó las amígdalas). Yo no sé si la mujer tiene una tremenda capacidad de mentir y hacer creer cosas inexistentes, o es que nosotros los hombres somos inmensamente inocentes. También cabe la posibilidad que no se trata de los hombres y mujeres en general, sino que me topé con una que es realmente hábil para engañar, o es que yo soy un verdadero pavo. Prefiero pensar en la habilidad de ella, jejeje.
Okay, si alguien ha llegado hasta aquí con cierto interés se estará preguntando ¿qué te hicieron?, ¿quién fue?, ¿cuánto te dolió?, etc, etc. Les adelanto que tiene que ver con fechas importantes, aniversarios, muestras de cariño y cosas por el estilo. Y que hoy con un poco de distancia he decidido dar a conocer.
Era un año más, y las cosas se desarrollaban como de costumbre. La gente te felicita, te muestra su cariño a través de saludos, etc. Para la noche tenía la invitación a comer de parte de ella. Iba a ser su regalo, el que en el momento de ser propuesto no me negué en lo absoluto, ya que siempre resulta agradable compartir momentos juntos, ya que tema no nos falta para conversar. La elección del restaurante corría por su cuenta, y era un secreto para mí.
Así llegó la hora acordada, con cierto retraso pasó por mi casa a recogerme, ya que la invitación era con transporte incluido. Ese día yo iba a ser el rey.
El camino pasó rápidamente, como de costumbre la conversación no paraba entre nosotros, y yo bastante motivado contando algunas cosas que me habían pasado durante el día. De tanto hablar no pude siquiera percatarme de que en ella algo pasaba. Seguramente algo de nerviosismo irradiaba, ese que te da cuando tienes que decir algo, pero aun no es el momento. Yo no cachaba nada. Será que comúnmente uno no nota cuando vienen las cosas, y simplemente te golpean en la cara.
El restaurante elegido era en Con Con, así que el camino costero era testigo de todo los hechos, seguramente se reía de mi inocencia. De repente una llamada un poco antes del Club de Yate, para arreglar cierto detalle en su casa referente al día siguiente. Uno metros más allá, y la situación para ella se volvió insostenible, no iba a esperar a que llegáramos a comer para confesar lo que pasaba a mis espaldas…..repentinamente diviso a lo lejos caras conocidas y un “Feliz Cumpleaños Diego” de parte de mi querida amiga me abrió los ojos… no había ninguna invitación a comer, sino que ahí en el camino me esperaban mis amigos, para darme una fiesta sorpresa.
Caiiiiiiiiii, redonditooooo!!!!, me bajé del auto emocionado y abracé a quienes me esperaban, para luego darle un gran abrazo a aquella hermosa persona que urdió todo tras mis espaldas. En ese momento, cuando te das cuenta del engaño en el cual caíste, al igual que puede pasar con un engaño de esos malignos, empiezas a relacionar todo, a entender llamados telefónicos que supuestamente eran con personas, pero que en realidad eran otras, mensajes de texto, preguntas que hacía mucho tiempo vaticinaban los hechos, te das cuenta que cuando te dijeron que estaban haciendo tal cosa en tal lugar, no era más que una mentira, porque lo que de verdad se hacía no se podía confesar aun.
Imagínense todo lo que pudo engañarme una mujer, pero a decir verdad, todo lo que pudieron engañarme ella y todos sus “secuaces”. Porque ahora entiendes preguntas, comentarios del resto de las personas durante el día, las cuales me esperaban para darme la sorpresa. Nada hubiese resultado sin el trabajo de todos en conjunto. Ahí te sientes como Truman en su Show. Tonto, inocente, cándido, pero con la diferencia que feliz. Muy feliz. Me comentaron que mi cara demostraba lo emocionado que estaba, pero como no iba estarlo, si era el mejor regalo que podía recibir. Y más aun, uno se alegra de las cosas que pueden llegar a hacer por ti tus amigos, y te alegras más cuando ves felicidad en ellos por verte feliz. Es algo que nos hace mucho más humanos, y que nos hace mucho más amigos.
Les cuento que siguieron llegando más amigos a saludarme y compartir conmigo, del colegio, la universidad, todos fueron contactados. Que disfrutamos de asado y copete como corresponde, y como si todo fuera poco, de una torta preparada por mi querida “engatusadora”, quien se preocupó hace tiempo atrás de averiguar como me gustaría una torta sólo para mi. La decoración final corrió por cuenta de mis amigos (cómo pusieron los cuchuflíes es problemas de ustedes con ella, jejejeje)
Una noche perfecta, una noche feliz que no se olvida.
Hace poquito escribí algo sobre las mentiras y los engaños. En ese momento planteaba que quizás lo que hace malo a una mentira es su intención. Hoy estoy seguro de aquello, es el para qué de la mentira lo que la hace mala. Pude comprobar que todas las mentiras en que me vi envuelto durante un tiempo, no hicieron otra cosa que hacerme disfrutar como “niño chico” el momento que se descubrió. Y quizás ahí está otro punto importante, la mentira quizás no sólo debe ser bien intencionada, sino que debe tener previsto su revelación.
A todos un abrazo por el hermoso regalo.
6 Comments:
"...y te alegras más cuando ves felicidad en ellos por verte feliz..."
Esa frase me gusta por que refleja la incondicionalidad del amor sincero (mutuo).
"...y feliz estoy de haberte hecho feliz..."
No todos fueron contactados...por ende no todo pudimos ver tu cara de emociòn y que pena porque me habria encantado poder verte sonreir,me encanta...
puchis!...de tus palabras desprendo que seguramente a mi también me hubiese gustado ver "esa felicidad recíproca". Pero si existe ese tipo de relación, de seguro nos reiremos juntos, no una, si no en infinitas ocasiones en el futuro.
; )
Quién se me ha quedado en el tintero?
LA DECORACION DE LA TORTA FUE IDEA DE LA MENTIROSA... Y NO HYA RESPONSABILIDAD DEL RESTO....
fue mi idea... pero no mi obra... pasteles para hacer un pastel
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