04 noviembre 2005

Ese loco bajito


- Imaginemos que somos exploradores árticos – dijo Lucía.
- A mí me parece que la aventura ya es suficientemente fantástica como para imaginarse otra cosa – dijo Pedro, mientras iniciaba la marcha hacia el bosque.

Fragmento de Las Crónicas de Narnia, Libro 1


Releyendo algunos textos que marcaron mi infancia, en algo así como un homenaje a mi niño interior, me topé con estas líneas que me dejaron pensando por un momento. En verdad un momento bastante largo, por cuanto no seguí leyendo esa noche y me quedé meditando sobre aquellas palabras.

Recordé la tremenda capacidad que teníamos cuando pequeños para llenar cada espacio, cada momento, con una aventura sacada de nuestra propia imaginación. Cómo éramos capaces de tomar roles y coordinarlos con nuestros pares. De esta forma, algo que podía ser muy aburrido, podía transformarse en la más grande de las aventuras.

Pero ahora ya pasados ciertos años, todo aquello quedó atrás. Ya no imaginamos ni condimentamos la realidad. Lo que me ha dejado pensando es que ya no lo hacemos por la razón que esgrime Pedro. No es que nuestro diario vivir sea tan fantástico para que no sea necesario imaginar nada, sino que por el contrario, muchas veces podemos caer en rutinas, pero contra ellas poca imaginación tenemos, en definitiva uno deja y olvida ser niño.

Claramente no se puede ser un infante toda la vida, aunque es verdad que los encontraremos en algunos casos en cuerpos de personas bastante adultas, pero ese es un problema de madurez que no viene al caso, y que de pasada tampoco resuelve el tema tratado ahora, ya que aquellos resultan bastante más aburridos que un niño.

Pero qué distinta sería la vida si de vez en cuando dejáramos volver a aquella personita que vivió algunos años atrás. Permitirnos ser más lúdicos, espontáneos, en definitiva saber jugar.

Desde mi punto de vista bastantes cosas podrían mejorarse: el estrés por ejemplo, o las relaciones de parejas, ¿se imaginan que tu pareja de vez en cuando sea como tu amigo de infancia?, con quien juegues e inventes realidades paralelas. Aquello suele pasar, pero por lo general en un contexto de adultez. Aquí hago un llamado a ser simplemente unos niños. Por lo demás, el uso constante de la imaginación de seguro podría traspasarse luego a otros escenarios de la pareja en los cuales la imaginación también hace que se mantenga viva.

Lo más probable es que no se te cruce un ropero que te lleve a un mundo nuevo, sino que seguiremos viviendo aquí, con las cosas buenas y malas, pero aquellas últimas se pueden sobrellevar mejor.

Juega.

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

12:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que bonito el mensaje que me dejaste, de verdad en estos momentos me sirvio muchisimo tratar de sentir que si se puede sacar el niño que dejamos atras para ocasiones como las de una relacion de pareja o quizas hasta con tus mismos amigos del dia de hoy...
Gracias por que sin querer me diste un gran consejo...

3:08 p. m.  
Blogger checo said...

Me alegro pue amiga que "sin querer queriendo" lo escrito te haya ayudado : )

Un beso y un abrazo

Byeee

8:49 p. m.  
Blogger checo said...

...ojalá esas historias se reabran una y otra vez, que nada pase al olvido. De esa forma siempre seremos herederos al trono.

4:13 p. m.  
Blogger checo said...

Me alegra que te hayas venido a dar una vueltecita por aquí.
Serás bienvenida una y otra vez.

; )

5:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Escucho una canción que mucho tiene que ver con el tema que tocaste... ambas cosas me han hecho recordar... quiero volver a jugar, eso estoy intentando hacer... hoy voy a jugar...

Firmado: La Musa

2:35 p. m.  
Blogger Polo said...

Tengo 30 años y en este tiempo acá en la Tierra me he dado cuenta que el mejor período de la vida es la infancia, la misma que hizo que Pedro, Lucía, Edmundo y Susana se internaran en el ropero para encontrarse en un mundo lleno de aventuras, la misma infancia que el profesor tenía y que lo hizo conocer Narnia.

Nunca dejaré de ser niño, no se trata de inmadurez o infantilismo, es lo que me gusta. Jugar a las aventuras, ver películas de monitos, correr como un niño, competir con los demás en los juegos, reírme de las cosas simples... uf, tantas cosas que son muy recomendables hacer, así que si se atreven haganlo, que no les importe el que dirán porque al final lo que queda es la felicidad de cada uno.

5:13 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home